jueves, 9 de julio de 2009

Reflexión sobre prácticas de lectura

Apuntes y bibliografía sobre prácticas de lectura

Reflexión 1

Nuestra investigación busca situar a la lectura como una instancia pública revitalizando regiones de sentido donde se construyen tramas de discursividad en la interacción simbólica de los sujetos no habituados a ese tipo de práctica cultural.
La construcción y problematización de mundo posibles imaginarios a través de grupos lectores enmarcan disposiciones en las cuales el cuerpo significante emergen en las interpretaciones simbólicas donde entran en juego situaciones de lucha por el sentido posible de los textos leídos. Analizar esas disposiciones ante un “objeto” como el libro que desencadena simbólicamente afectaciones culturales determinadas en los sectores que no están habitualmente a “leer” libros y encontrarse en la discusión de textos es uno de los desafíos que se plantean en el accionar de la investigación con sectores populares.
Cuando las tramas de discursividad se establecen en torno a socializaciones a partir de la lectura las condiciones sociales de lectura establecen grados de conflictividad alto. La lectura es simplemente un nuevo espacio simbólico de lucha por la apropiación de sentido en constante conflicto.

Reflexión 2
La expresión lectura pública, para Chartier y Hébrard , “designa a la vez una esfera de intervención del Estado (se habla de lectura pública como de salud pública), una gestión específica sobre colecciones de libros y de documentos (bibliotecas de lectura públicas) pero también una práctica de lectura (libre acceso a las estanterías, colecciones abundantes, variedad de medios, rápida actualización).”
En este marco los lectores de los sectores populares se hayan devaluados en la cantidad de textos leídos. Digamos que las estadísticas de visitas y consultas a las bibliotecas populares no son alentadoras de este tipo de prácticas. Las bibliotecas populares se hayan con graves problemas de mantenimiento y subsistencia como para trabajar en políticas de lectura desde el Estado. El grado de responsabilidad de estallar proyectos de grupos de lectura en los barrios marca una instancia de repensar un cuestionamiento del orden posible y de las condiciones sociales de lectura de la cultura dominante de lo que debe ser leer y para qué. A principios de siglo, la visión de las bibliotecas populares sobre su accionar alentando la lectura en sectores sociales desfavorables sigue siendo escaso, pobre. Además, la lectura sigue siendo un tema que se ignora desde los medios masivos de comunicación. Por ejemplo, las bibliotecas son espacios invisibles para las estructuras socioculturales dominantes. ¿Qué grado de responsabilidad de las bibliotecas para estallar en determinaciones lectoras transformadoras en un marco de mayor desigualdad?.

Preguntas
¿Quién determina la legitimidad de las interpretaciones de lo leído?. ¿Quién determina lo que se debe leer y por qué?. ¿Leer de por sí es una práctica liberadora del sentido?. ¿De qué forma la lectura impacta en la vida cotidiana de personas que no están habituadas a ese tipo de prácticas culturales?.


Tengamos en cuenta como lo marcan los historiados la apropiación por el sentido de lo que se lee está establecido en el imaginario desde la Edad Media cuando la lectura religiosa operaba obturando un único sentido a la Biblia, libro religioso occidental por antonomasia en la demarcación de lo que regia en la vida cotidiana, incluso en los sectores populares. Aunque estos muchas veces se basaban en la oralidad como forma de construcción del mundo.


Algo de bibliografía sobre lectura que se encuentra en la Biblioteca “Universidad de Luján”

1. Manuel, Alberto. Una historia de la lectura.
2. Chartier, Anne-Marie. Hébrard, Jean. Discursos sobre la lectura (18801980).
3. Chartier, Roger .Historia de la lectura: en el mundo occidental.
4. Robert G Crowder Psicología de la lectura.
5. Olson, David R. El mundo sobre el papel : el impacto de la lectura en la estructura del conocimiento.

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